miércoles, 8 de abril de 2009
LA "NUEVA" LIRA TURCA
Esta es la "nueva Lira Turca"... sospechosamente parecida al Euro. La empezaron a emitir en el 2005. No quiero pensar mal y creer que es una forma de enriquecerse... colar esas monedas tan parecidas al Euro que al cambio no valen un chavo, y, bueno, fastidiar un poco a la UE por no dejarle entrar.
Pronto, si no ha salido ya saldrá la modificación de esta moneda, que consiste en poner un rostro distinto cada dos tipos de monedas, y ya no se llamará "nueva lira turca", sino simplemente "lira turca", habiendo desaparecido definitivamente la lira turca de antaño, en la que todos los que llegaban a Turquía, al cambio, se volvían millonarios por lo devaluada que estaba la moneda.
De todos modos, tengan cuidado con esto, miren que Turquía no pertenece a la UE, y que, auque parezcan euros, no lo son.
martes, 7 de abril de 2009
De San Nicolás de Myra a Santa Claus del Polo Norte
Una familia muy rica y fervorosamente cristiana que tuvo un hijo al que le pusieron de nombre Nicolás. Nicolas nació en Patara, en la antigua Licia (en el sureste de la península de Anatolia, en lo que hoy conocemos como Turquía).
Ya de niño destacó por su carácter piadoso, su fe en la religión cristiana y por su inmensa generosidad, lo que le llevó a tomar el hábito (para los mal pensados, hacerse sacerdote). Al morir éstos, Nicolás heredó una gran fortuna que, según la hagiografía escrita por San Metodio, arzobispo de Constantinopla, utilizó para ayudar a los necesitados hasta quedarse sin nada.
Hecho esto marchó a Myra (también en la antigua Licia), donde, según otra leyenda del santo, varios religiosos se encontraban discutiendo sobre quién sería el sucesor del recién fallecido obispo de Myra. Hartos por no ponerse de acuerdo en la cuestión sucesoria optaron por que fuera obispo el primer sacerdote que entrase al templo... y curiosidades de la vida, fue el joven Nicolás.
En aquellos tiempos el Imperio Romano era gobernado por una tetrarquía, y uno de estos emperadores, el emperador Licinio, promulgó un decreto contra los cristianos que hizo que lo encarcelaran... hasta que el emperador Constantino lo liberó.
Cuentan que como obispo participó en el Concilio de Nicea, condenando las herejías de Arrio (quien no creía en la divinidad de Jesús).
Parco en palabras en un mundo de retóricas, se ganó el afecto de los débiles, a los que trataba de proteger de los poderosos, incluso siendo ya anciano.
Como siempre ocurre con los santos, fue morir, y sobre todo al canonizarlo, cuando fueron apareciendo multitud de relatos milagrosos que, a veces, contradecían frontalmente su eminente carácter práctico y su sencillez.
Fue su sencillez y amor por los pobres, a los que regaló su fortuna, y por los niños, a los que colmó con regalos todos los años en Navidad (o eso es lo que cuentan) lo que hizo que su fama abarcara todo el Mediterráneo y Europa. Con el paso de los siglos se fue reconociendo el día 6 de diciembre, fecha de su muerte, como día del santo y siguiendo la tradición (que no se sabe cuándo comenzó realmente) de entregar regalos a los niños en nombre del santo.
Según nos cuentan las neblinas de la leyenda, esta tradición llegó a los Países Bajos desde España (pues ambas fueron territorio del monarca Carlos I de España y V de Alemania, lo mismo que el Reino de las dos Sicilias, al que pertenecía la ciudad de Bari).
Es allí donde se celebraba un peculiar San Nicolás, o, como le llaman familiarmente, Sinterklass.
Sinterklass pasó a ser un personaje legendario que viene de España (Recordad que el Reino de las Dos Sicilias pertenecía a la corona Española), en un barco de vapor, con un caballo blanco volador y acompañado de un criado "moro" (moro es un término que viene de tiempos romanos y significaba negro o de piel oscura) llamado Zwarte Piet (cuya traducción sería "Pedrito el Negro") para traer regalos a los niños.
Posteriormente, por cuestiones de sensibilidad ante lo "políticamente correcto" surgió la idea de que no era un morito o un negrito, sino un niño desollinador italiano, y que "Zwarte" no es más que un mote que hace referencia a su profesión. En estas leyendas neerlandesas es siempre el criado, Zwarte Piet, quien baja por la chimenea.
Esta tradición se la llevaron a América, concretamente a Nueva Amsterdam, que posteriormente sería "adquirida" por los ingleses y rebautizada como Nueva York. Fueron personajes como Washintong Irving o Clement Clarke Moore, quienes, entre la sátira y la comedia transformaron a este santo, no sólo en el nombre (pésima pronunciación de Sinterklass =Santa Klaus), sino en el físico, convirtiéndolo en un duende enano y delgado que regala juguetes a los niños. Fue este poeta, Clement Clarke Moore, quien transformó el barco, el caballo y al pequeño Piet en un trineo con nueve renos (incluyendo al reno-bombilla =Rudolf) y un duende.
Fueron los estadounidenses los que le dieron una nueva ubicación... en el Polo Norte... aunque unas veces dijeran Canadá, otras Groenlandia u otros territorios, pues se sabía ya, a primeros del siglo XX que el Polo Norte no tenía tierra firme, sino que es un manto de hielo sobre el agua.
El color rojo, contrariamente a lo que actualmente se cree (que fue introducida por la Coca-cola), era el típico color de los obispos, si bien es cierto que hubo épocas en los que cambiaron el color de sus vestimentas.
domingo, 5 de abril de 2009
WARCRY: "EL MÁS TRISTE ADIÓS" y "AIRE"
En "EL MÁS TRISTE ADIÓS" y "AIRE" me demuestran, por enésima vez, que las baladas heavy son de lo mejorcito que hay en muchos sentidos.
Aquí dejo la letra
Mirando al exterior,
hundido entre algodón,
con los ojos nublados...
Mirando sin mirar, a través del cristal,
recordando un pasado
en el que tu estabas junto a mí.
Si pudiera elegir... querría regresar.
Aquel tiempo en el que los dos
pensamos que este amor no tendría final...
Cuando te vi marchar,
entendí que la edad había marchitado.
La flor de nuestro amor con tanta fuerza ardió
que se había apagado.
Más hoy, te vuelvo a ver marchar,
sabiendo que ahora ya no te veré volver.
Te vas, te vas dejándome sin nada que decir
sin nada que ofrecer...
Y déjame que te llore en un rincón,
sé que así será mejor...
Olvidé lo que eras para mí,
ahora sólo siento un dolor sin fin.
Déjame que te llore en un rincón,
sé que así será mejor...
Olvidé lo que eras para mí,
ahora sólo siento un dolor sin fin.
Ahora sólo siento un dolor sin fin...
Ahora sólo siento un dolor sin fin...
Sólo otra noche, una más,
de vuelta hacia el hogar, otra discusión...
Desde unos meses atrás,
yo no encontraba solución...
mas el destino lo encontró.
Y no lo ví, no lo esquivé... perdí el control, me desmayé.
no te encontré al despertar... sólo ví fuego en la oscuridad.
Me arrastraba hacia la luz,
cuando alguien me sujetó...
nada hay que hacer.
El coche ardía, y entendí que él a mí me despedió...
y tu ardías dentro de él.
Quiero volver, dar marcha atrás...
quiero besarte una vez más.
si en ese cielo existe un dios,
dime por qué él se la llevó.
Y me quema... me quema... me quema el aire
cuando intento respirar; los malos momentos
ya no puedo recordar, y presiento que se los llevó.
pero no comprendo... ¿por qué ella sí y yo no?
LA CANCIÓN DEL PIRATA
Primero quiero hacer una breve reseña hacia su autor, José de Espronceda. Uno de los más grandes románticos españoles que ha dado el siglo XIX. Poeta revolucionario que caracteriza sus poemas por mostrar imágenes de exaltación unas, y de desaliento otras... Un poeta de extremos.
Nacido en Almendralejo y educado en Madrid bajo la dirección del famoso don Alberto Lista.
Tenía quince años cuando fue ahorcado el general Riego, y ya su tempestad emocional le hizo fundar la sociedad secreta "Los Numantinos" con el objetivo de vengar su muerte. Pronto fueron descubiertos los jóvenes revolucionarios y sentenciados a cinco años de cárcel. Por suerte la condena se redujo a unas semanas en un convento de Guadalajara (allí compuso el poema Pelayo).
A los dieciocho años se marchó a Lisboa , donde conoció a Teresa Mancha, su obsesión, a quien siguió hasta Londres. Después de un pequeño periplo europeo llega a París. Marchó a España con una influctuosa expedición de revolucionarios por lo que fue desterrado.
Durante el destierro volvió a encontrarse con Teresa, casada y con hijos. Raptó, cual Héroe Paris a "suTeresa" volviendo a España, indultado, en 1833). Es a ella a quien le escribe uno de los poemas más hermosos en lengua española : Canto a Teresa.
A partir de serenarse tras algunas nuevas revueltas, inició una brillante carrera literaria, diplomática y política. Y fue tres años después de su vuelta a España cuando publicó la obra de la que hablamos, La Canción del Pirata, manifiesto lírico del romanticismo español.
Tras la muerte de Teresa, en 1839, su torrente romántico cambió de rumbo, expresando nuevas interpretaciones del amor (A Jarifa en una orgía, por ejemplo). Ahora le gobiernan lel desánimo, el hastío, la lamentación del placer perdido... rebelándose así contra la realidad de la vida con un lirismo contenido que añade nuevos ritmos poéticos que anticipan lo que vendrá despues, con la versificación modernista.
Muere en 1842, en Madrid, al poco tiempo de ser elegido diputado a Cortes por el Partido Progresista, donde dio muestras de una excelente formación política.
CANCIÓN DEL PIRATA
Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela,
un velero bergantín:
bajel pirata que llaman,
por su bravura, el Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.
La luna en el mar riela,
en la lona gime el viento,
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y va el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Estambul:
"Navega, velero mío,
sin temor,
que ni enemigo navío,
ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.
Veinte presas
hemos hecho
a despecho
del inglés,
y han rendido
cien naciones
sus pendones
a mis pies."
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
"Allá muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra;
que yo aquí tengo por mío
cuanto abarca el mar bravío,
a quien nadie impuso leyes.
Y no hay playa,
sea cualquiera,
ni bandera
de esplendor,
que no sienta
mi derecho
y dé pecho
a mi valor."
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
"A la voz de «¡barco viene!»
es de ver
cómo vira y se previene
a todo trapo a escapar;
que yo soy el rey del mar,
y mi furia es de temer.
En las presas
yo divido
lo cogido
por igual;
sólo quiero
por riqueza
la belleza
sin rival."
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
¡Sentenciado estoy a muerte!
Yo me río;
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena,
colgaré de alguna entena,
quizá en su propio navío.
Y si caigo,
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di,
cuando el yugo
del esclavo,
como un bravo,
sacudí.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
"Son mi música mejor
aquilones,
el estrépito y temblor
de los cables sacudidos,
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.
Y del trueno
al son violento,
y del viento
al rebramar,
yo me duermo
sosegado,
arrullado
por el mar."
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
Y ahora el enlace al vídeo de un grupo que lo ha hecho canción, TIERRA SANTA. Sinceramente, me encanta.