¿No se han preguntado alguna vez por qué hay cada vez más odio hacia los "mesetarios" si son radicales de la periferia los que hablan (y cada vez más no-radicales); hacia los catalanes ("polacos") si son los del resto de España; hacia los "etarras" vascos (no todos los etarras son vascos, pero cada vez es mayor esa asociación: "Yo con asesinos no trato")... quienes menos odios reciben quizás sean los gallegos (a lo que más, suele ser "bah, son gallegos", "gallegadas"... )
Es cierto que cada uno es diferente según, no ya la región, sino la comarca e incluso pueblo en donde viva... y hasta hace unos años nos hemos llevado aceptablemente bien... respetándonos, aceptando nuestras diferencias y conociendo nuestras semejanzas. Entonces, ¿qué ha pasado? Yo lo tengo claro, hemos oído a los políticos y los políticos nos han ido intoxicando con sus memeces. Han pasado de la sana rivalidad a la confrontación, y de la confrontación personal a la radicalidad grupal y al descalificativo. Ahora lo normal es la falta de respeto y el odio. Incluso al deporte ha llegado eso, metiéndolo malsanamente en los lodozales de la política (no hace falta nada más que mirar a algún presidente de equipo de fútbol). Estos entes promotores de la barbarie, de la descalificación, la moralina y la falta de moral y ética, estos "seres-lodo" que todo lo manchan y se creen dioses son los que ayudan a promover lo "diferente", aún a costa de alienar parte de nuestros yoes, extirparlos y lavar el cerebro a nuestros hijos.
Pero no pasa nada, estamos "inmunizados" a la rebelión. No nos levantamos en huelgas habiendo un 20% de parados porque ya nos han hecho, sin nosotros saberlo, una lobotomía. No reaccionamos, nos hemos convertido en poco más que "zombis".
Ahora apenas queda algo que nos une a todos los españoles... el amor por la buena comida... pero "no hay que preocuparse", para eso los políticos no tienen que mover un dedo. Ya les han inculcado a la juventud (con ayuda de la "siempre amiga" "caja tonta") que el esfuerzo es un engorro, que mejor evitarlo. Y siempre ha sido más fácil hacer una hamburguesa que un estofado; y más fácil aún el comprarla ya hecha para ponerla en un microondas y que esté lista en 5 minutos.
En fin, sin espíritu crítico y rechazo a lo que nos quieren inculcar: la cultura del "creacionismo del Otro", seguiremos por el mismo camino y haremos nuestro el apelativo de cainitas, porque estamos empezando a odiar a nuestros propios "hermanos".
¡¡¡DURMIENTE, DESPIERTA!!!
Es cierto que cada uno es diferente según, no ya la región, sino la comarca e incluso pueblo en donde viva... y hasta hace unos años nos hemos llevado aceptablemente bien... respetándonos, aceptando nuestras diferencias y conociendo nuestras semejanzas. Entonces, ¿qué ha pasado? Yo lo tengo claro, hemos oído a los políticos y los políticos nos han ido intoxicando con sus memeces. Han pasado de la sana rivalidad a la confrontación, y de la confrontación personal a la radicalidad grupal y al descalificativo. Ahora lo normal es la falta de respeto y el odio. Incluso al deporte ha llegado eso, metiéndolo malsanamente en los lodozales de la política (no hace falta nada más que mirar a algún presidente de equipo de fútbol). Estos entes promotores de la barbarie, de la descalificación, la moralina y la falta de moral y ética, estos "seres-lodo" que todo lo manchan y se creen dioses son los que ayudan a promover lo "diferente", aún a costa de alienar parte de nuestros yoes, extirparlos y lavar el cerebro a nuestros hijos.
Pero no pasa nada, estamos "inmunizados" a la rebelión. No nos levantamos en huelgas habiendo un 20% de parados porque ya nos han hecho, sin nosotros saberlo, una lobotomía. No reaccionamos, nos hemos convertido en poco más que "zombis".
Ahora apenas queda algo que nos une a todos los españoles... el amor por la buena comida... pero "no hay que preocuparse", para eso los políticos no tienen que mover un dedo. Ya les han inculcado a la juventud (con ayuda de la "siempre amiga" "caja tonta") que el esfuerzo es un engorro, que mejor evitarlo. Y siempre ha sido más fácil hacer una hamburguesa que un estofado; y más fácil aún el comprarla ya hecha para ponerla en un microondas y que esté lista en 5 minutos.
En fin, sin espíritu crítico y rechazo a lo que nos quieren inculcar: la cultura del "creacionismo del Otro", seguiremos por el mismo camino y haremos nuestro el apelativo de cainitas, porque estamos empezando a odiar a nuestros propios "hermanos".
¡¡¡DURMIENTE, DESPIERTA!!!
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