viernes, 13 de noviembre de 2009

NUMISMÁTICA (III)

INVESTIGACIÓN EN NUMISMÁTICA

La investigación en numismática se basa en la existencia de un cuerpo metodológico y técnico, al igual que sucede en las distintas ciencias, el cual se dota de una serie de ventajas, así como de particularidades. En este sentido, conviene saber que la investigación de la moneda se halla vinculada a las pautas de la ciencia histórica. Ahora bien, no hay que olvidar que la moneda es también un objeto arqueológico por lo que, en su estudio, aplicamos la metodología propia de la ciencia arqueológica.

El estudio de la moneda puede abordarse desde dos grandes enfoques:

  1. el individual: que analiza la moneda como un "unicum" (u objeto único)
  2. el que estudia la moneda como conjunto: como objeto múltiple, de fabricación "pseudoindustrial".

Dentro de la investigación en numismática sobresale el aspecto referente a la técnica, es decir, los aspectos estudiables desde el punto de vista técnico y tecnológico.
La moneda, para ser considerada como tal, debe adecuarse a un sistema metrológico (de pesas y medidas) determinado, que en nuestros días tiene una gran importancia para el estudio de la moneda, sus rasgos y el de los períodos históricos en los que se inscribe.

Este interés moderno por conocer el peso de las monedas tiene una justificación desde los tiempos más antiguos. Junto al interés antiguo por la investigación metrológica, hoy día hallamos aspectos en el peso de la moneda que son investigables desde varios puntos de vista como, por ejemplo, el peso teórico.

Dentro del estudio de la moneda la cronología resulta fundamental. Ciertos patrones metrológicos (que evolucionan con el tiempo) se corresponden con determinadas épocas, por lo que los sistemas de pesos y medidas nos pueden ayudar a fechar las monedas.

Por otro lado, un elemento de gran importancia en el estudio de la numismática es la identificación y evaluación de los cuños monetales que intervienen en una emisión específica.

Hemos de tener siempre en cuenta que los cuños se van desgastando por su uso, pero también que ese desgaste no es igual en el cuño del anverso que en el del reverso. Este último, al ser móvil, se estropea y se rompe antes que le del anverso, por lo que debe ser reemplazado por otro nuevo con más frecuencia. Por tanto, pueden producirse "enlaces de cuños", que nos permiten establecer una cronología relativa de las monedas.

Los diversos cuños de una misma emisión monetaria presentan los mismos tipos, de manera que hemos de fijarnos en los pequeñossdetalles para diferenciar unos cuños de otros.

La identificación de los cuños monetales ofrece otras posibilidades en su estudio. Así, esta identificación, no sólo posibilita evaluar el número de cuños utilizados,no también la cantidad de moneda acuñada (suelen acuñarse entre 10 000 y 30 000 monedas por cuño).

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Nacionalismos y "linguas"

Me hace gracia pensar en los radicalismos de esa enfermedad, romántica, eso sí, que fue el nacionalismo. Y el problema del nacionalismo estriba en su nacimiento, el romanticismo. Un flujo de ideas y pasiones, sobre todo pasiones, que buscaban los orígenes de una entidad propia para diferenciarse del resto de manera visceral.

Me hace gracia, digo, porque los más radicales nacionalistas catalanes están tan ciegos que no quieren ni oir de España (¿quien no ha leído alguna vez eso de: "Espanyol jo? ja,ja,ja!" en alguna camiseta con un monigote partiéndose de risa, o en algún otro lugar).

Pues bien, estos tipos, igual que la mayoría de la gente (hay que reconocerlo), estudia una historia muy plana que viene dada en enseñanzas primarias y secundarias (tanto antigua LODE como la LOGSE, la LOE y demás), aunque, a diferencia de la mayoría, de una especialmente sesgada. Supongo que la historia se da así de plana porque lo importante siempre ha sido los hechos principales y obviar lo que menos interesa a uno, argumentando que la historia es aburrida y es un peñazo.

Lo primero que se ha de saber y que no se dice en ningún lado, quizás sí se ven pinceladas en la historia que se da de la "reconquista" de la corona de Castilla, pero de manera muy sutil (comprenderéis por qué se evita en las distintas zonas) es que, a la llegada de los musulmanes a la Península, no se borró de un plumazo a los hispano-romanos (más del 90% de la población hispano-romano-visigoda) ni su idioma. Es más, el idioma acabó convirtiéndose en mozárabe o aljamía (serie de dialectos romances derivados del latín y que perduró hasta el siglo XV. Usaban la grafía árabe). Un dato que se dice, pero que conforme se dice se olvida de seguido -desconozco la razón de ese olvido intencionado o no- es que esos dialectos se mantienen en sus ciudades y territorios posteriormente a la conquista por los reinos cristianos.

Otro dato al que no se le suele dar importancia es el siguiente: la única zona no conquistada en su totalidad fue la zona vasco-cántabra debido a que eran montañeses, algo bárbaros y que reportaban más dolores de cabeza si se les intentaba dominar que si se les mantenía vigilados. (Siglos después, sus descendientes, en sus escritos, se lamentarían de haberlos dejado estar). Estos hombres, que habían acogido a algunos hispano-romanos y visigodos, al tiempo, y gracias a los sacerdotes y monjes que marcharon a esas tierras, tomaron conciencia de entidad cristiana y de lucha contra los musulmanes (sobre todo a partir de Alfonso III (866-911) de Asturias y sus tres crónicas). En ese tiempo el idioma oficial no era el castellano, como algunos sabrán. Idioma que no fue tomado como oficial hasta la llegada de otro Alfonso, éste era Alfonso X "el Sabio" (1248-1305). Ahora bien, ¿de dónde surgió este idioma y qué es lo que hizo que se convirtiera en oficial de todo el reino ahora llamado "de Castilla y León"? El castellano nació antes que Castilla en la zona del que otrora fuera Condado de Castilla, donde había vascos, judíos, mozárabes que escapaban del yugo musulmán (sí, no todo fue rosas en el al-Andalus, también hubo persecución, tortura y asesinato, pero no es políticamente correcto decirlo) e hispano-romanos descendientes de los huídos en tiempos de la conquista musulmana. Fue en ese núcleo, en esa babel cantábrica donde nació el castellano, un idioma que fue naciendo porque todos querían entenderse. El mayor aporte moldeador lo dieron los vascos, con la entonación y la utilización de las 5 únicas vocales del castellano, aspecto que no se da en ninguna otra lengua romance. Vascos que, por cierto, hasta los tiempos de Unamuno y una mente enferma, Sabino Arana, no unificaron las lenguas vascas en un "neo-idioma", el vasco actual.
Prueba de este "neo-vasquismo" la encontramos en palabras del propio Unamuno en un discurso como Diputado donde podréis leer cómo los vascos de Bilbao (Bilbo) no se entendían con los de San Sebastián (Donostia) si no era en español.

(Discurso de Unamuno en el Congreso sobre las lenguas hispánicas y a propósito de la oficialidad del castellano)

Con el gallego pasa tres cuartas de lo mismo, las gentes del lugar, los abuelos del pueblo gallego no entienden el gallego impuesto, el "neo-gallego", creado para unificar de manera artificial y artificiosa (con disimulo y engaño al crear neologismos o adoptar extranjerismos lusos para que se remarcara la diferencia con el español). Digo esto... y aún así me apasiona el gallego, disfruto de las cantigas del gallego antiguo tanto como de "Navegando na Terra" de Paloma Díaz Andina. Me gusta, pero no por ello he de negar que es un idioma creado.

¿y el catalán? Un idioma que se perdió en dialectos, que luego fue "recreado" en lengua lemosina para transformarse en catalán actual. Un idioma de una tierra que dio nombre a toda la nación, que dio nombre a España (Marca hispánica, marca española) cuando pertenecía a la corona francesa y que era la entrada de conciencia de España (los propios reyes de la Corona de Aragón lo atestiguaban en sus escritos reivindicándose como reyes de España. Un idioma que perdió la batalla lingüística frente al castellano y que le dio el nombre de español, pues fue ella la que conservó España (Hispania, Hispanya, Espan) mejor que nadie, no sólo dentro de las fronteras ibéricas, sino fuera de ellas, en la Europa de los sacros imperios. Eso sí, nunca fue un país ni fundadora de los Països Catalans. (Los condes no eran condes de Cataluña, sino Condes de Barcelona, Urgell, Cerdaña, etc.)

Del valenciano, mejor no hablar mucho. Ciertamente el valenciano actual no es más que una alienación producto del expansionismo neo-imperialista catalán. Mires donde mires dentro de las instituciones valencianas que enseñan valenciano, huele a catalán (el "neo-catalán"). Porque anteriormente fue una lengua diferente, reconocida ya en tiempos de Jaime I, caída en el olvido cultural, como las otras, y absorbida y alienada por el lemosino-catalán en este siglo pasado. Valencia siempre ha sido Reino de Valencia o, simplemente Valencia (Comunidad Autónoma de, )

Para mención de lo que digo del valenciano:

"Breu historia sobre l'orige de la Llengua Valenciana"
Recopilacio de fites i dades per
Francesc Moreno. 1995

lunes, 9 de noviembre de 2009

NUMISMÁTICA ( II )

Los principales metales utilizados para elaborar moneda son los siguientes:

- metales nobles, valiosos:
  • a) Oro: utilizado tempranamente en la Antigüedad. Presenta una ley metalográfica bastante elevada, es decir, se amoneda con una pureza notable, aunque no llega al 100%.
  • b) Plata: su amonetación en circunstancias normales se produce en un elevado grado de pureza, aunque metalográficamente puede hablarse en la amonetación de plata de la inclusión de otros metales. Algunas monedas de plata se dotan de un gran valor artístico.
  • c) Electrón: amonetación de una aleación de oro y plata, que en algunos lugares aparece en estado natural. las primeras monedas que se fabricaron en electrón, de las que tengamos constancia, lo hicieron en el mundo lidio-jonio a fines del s.VII a.C. (región de la antigua Grecia anatólica).

En fechas tempranas también encontramos la utilización monetaria de otros metales que, antes del surgimiento de la moneda, ya habían jugado un importante papel dinerario: el cobre y el bronce (éste último es una aleación de cobre y estaño).
Las monedas de cobre y bronce van a capitalizar, en principio, el fenómeno de la moneda fiduciaria.

Junto al tándem cobre-bronce, encontramos en la historia de la amonetación, una serie de aleaciones que se explican por la complicación de los sistemas monetarios son:

  • Orialco o latón: aleación de cobre y zinc. Juega un papel muy importante en la amonetación romana. Presenta un aspecto dorado.
  • Vellón: aparece en la Antigüedad, aunque adquiere un mayor desarrollo en la época medieval. Se trata de una alieación que tiene como base la plata, pero en la que intervienen otros metales: cobre, estaño, plomo... La moneda de vellón hemos de relacionarla con operaciones fraudulentas, con manipulaciones monetarias, falsificaciones, etc., pues, si bien se puede asociar a una moneda de plata, es fiduciaria, puesto que no es plata pura.

Junto a la moneda hay otros objetos distintos pero relacionados con ella por su aspecto, por lo que son estudiados por la numismática. Se trata de los objetos monetiformes.

Así, podemos citar, en primer lugar, los medallones (tradicionalmente bajo este concepto se incluían una serie de objetos, pero actualmente por medallón se entiene múltiplos monetarios, es decir, monedas de un tamaño y un valor inusual que han sido poco utilizados monetariamente ya que se han fabricado poco. Estos múltiplos monetarios se encuentran a caballo entre la moneda y los medallones. Los múltiplos monetarios hemos de distinguirlos de los medallones propiamente dichos, los cuales presentan una amplia tipología. Sobresalen los medallones imperiales, que a veces tienen en su centro una configuración muy parecida a la de las monedas.

Otro el el plomo monetiforme o jetón (tantos de cuentas). Entre los romanos suelen denominarse "tesserae" (teseras o fichas). Aunque habitualmente elaboradas con plomo, también se fabrican con otros materiales. Su principal característica consiste en us gran parecido formal y tipológico con la moneda antigua. Para el estudio de su función y categorías hemos de resaltar la utilidad que tuvieron estas piezas pseudomonetarias:
Por ejemplo, las "sprintiae" eran fichas en las que se representaban escenas eróticas, pues se destinaban a permitir la entrada a burdeles. La iconografía de las "tesserae", por tanto, nos ofrece indicios, pistas, sobre su utilización.

En las fuentes literarias latinas también hallamos información sobre la utilidad de estas piezas, así como en el contexto arqueológico en el que son descubiertas.

El conocimientos de estas piezas plantea problemas en los ambientes provinciales. Por ejemplo, las "tesserae" aparecidas en ámbitos mineros y en grandes latifundios romanos son plomos que, al localizarse en lugares de cierta pobreza, sirven para ejemplarizar su utilización en zonas pobres como moneda, aunque no lo sean. Su iconografía, en ocasiones, es ciertamente curiosa.

La utilización de estas fichas con aspecto más o menos monetario se mantiene a lo largo de la Historia, paralelamnte al mayor empleo de monedas. Así, en la España medieval cristiana y árabe se aprecien plomos de gran parecido con la moneda circulante.

Destacan también, dentro de los objetos monetiformes, las medallas (piezas monetiformes de carácter eminentemente conmemorativo, con una intencionalidad artística o plástica en sus diseños, al menos en un principio. (la historiografía tradicional a veces denomina a las monedas propiamente dichas medallas).

El origen de las medallas, en términos modernos, se sitúa en el Renacimiento italiano, donde vemos artistas que crean piezas normalmente de gran tamaño, favoreciendo la grabación, es decir, un campo de trabajo más amplio y con más posibilidades.

Pisanello realizó una pieza grabada para Alfonso V de Aragón. Dicha pieza presenta una vinculación iconográfica con la moneda antigua, concretamente con la moneda griega antigua.

En los Bronces Paduanos se observa claramente esa inspiración en la moneda antigua (sobre todo en la moneda imperial romana) a la hora de realizar medallas.

Dentro del capítulo de la numismática hemos de incluir el análisis de objetos que no son monedas, monetiformes, pero que guardan relación con éstos, pues poseen una utilidad métrica. Se trata de las pesas monetales/ponderales (que sirven para comprobar el peso de las monedas); pero incluso los pesos usuales también son estudiados por la numismática. Y es que existe un sistema de pesos al que se ajusta la moneda, es decir, las pesas tienen el mismo sistema métrico que las monedas.

El estudio numismático se halla muy relacionado, sobre todo a partir de las épocas medieval y moderna, con las fuentes escritas, literarias. Las fuentes arqueológicas tampoco pueden olvidarse. La excavación, por ejemplo, de un taller monetario (como el del ágora de Atenas del s. V a.C., e incluso talleres dedicados a las falsificaciones monetarias) ofrece una documentación de primera mano, fundamental para el estudio de aspectos variados de la moneda y también de la fabricación de la misma.

Hemos de mencionar igualmente la información proporcionada por la epigrafía.

La sigilografía también debe incluirse en la investigación numismática. En efecto, conviene tener en cuenta que la matriz sigilar presenta un acusado aire monetario, una clara inspiración monetaria.

domingo, 8 de noviembre de 2009

NOCIONES DE NUMISMÁTICA ( I )

NUMISMÁTICA

¿Qué es la numismática? ¿Por qué es una disciplina científica?

El concepto de la numismática ha evolucionado a lo largo del tiempo. La numismática, como una ciencia histórica que es, tiene una larga tradición en su cuerpo científico. Será en la segunda mitad del siglo XIX cuando la numismática adquiera la categoría de verdadera ciencia.

Así, podríamos definirla como: "Ciencia histórica que estudia las monedas."

Hay que resaltar en el concepto de la numismática la capitalización que representa en un objeto. El concepto de moneda no siempre ha sido el mismo, de modo que la numismática cambia y evoluciona. Definiciones de numismática hay muchas y se pueden considerar válidas, pues se complementan.

Otra definición: "estudio de las monedas y las medallas en el sentido arqueológico o histórico."

Pero aquí aparece otro concepto, el de medalla, por lo que se deduce que la medalla tiene algo que ver con la numismática. En definitiva, la base de la numismática está en la moneda pero se incluye todo lo que está relacionado con ella.

Los principales pasos de la evolución de la numismática son los siguientes:

- La colección. Esa evolución del coleccionismo condiciona la evolución del concepto de numismática paralelamente a la evolución de aquellos aspectos que van a tener un mayor interés según la época. En principio, va a primar su aspecto externo más que su función. Esta tradición, que viene de antiguo, justifica que nos encontremos una serie de objetos que, no siendo monedas, se le parecen de algún modo (como los plomos monetiformes (forma de moneda), las tesseras (se parecen, por lo que se incluyen en la numismática, aunque no son monedas).

- Más tarde, se hace hincapié en otros aspectos, como la función de la moneda. Sobre todo basado en la idea que en el s.XIX se tenía de la moneda, es decir, en su función económica (como objeto de cambio, etc.) Desde esta plataforma se incluye en la numismática una serie de objetos, materias, que hasta ahora no habían tenido una inclusión en ese concepto (La moneda es dinero, pero no todo el dinero es moneda). Por tanto también se incluyen otros objetos como las conchas. Hay autores que dicen que en la numismática también hay que incluir el papel moneda pues, al fin y al cabo, también es dinero.

Esa valoración tiene un complemento en gran cantidad de fuentes como: las literarias (ya que conservan gran cantidad de información), epigráficas, paleográficas, de historia del arte e historia económica.

Dentro de esta evolución del concepto de numismática el principal objeto de estudio es la moneda. Pero, ¿qué es la moneda? De modo general podemos considerar la moneda como un objeto metálico, normalmente circular (no siempre) que presenta una adecuación a un sistema métrico o de pesos concreto, determinado y que presenta también un ajuste a una ley determinada, con una tipología que va a ser controlada y designada por la autoridad competente, que tiene en su poder el derecho de fabricar moneda. Los símbolos que tiene cumplen dos funciones:

  1. garantizar su legalidad.
  2. indicar su valor dinerario, su valor nominal.

Esta definición tiene precedentes historiográficos. Una de las más antiguas definiciones de la moneda, pero válida en la actualidad, nos la ofrece Isidoro de Sevilla en sus "Etimologías" (16,7); para Isidoro hay tres cosas fundamentales en la moneda:

  • La materia metálica
  • La figura (los símbolos, las escrituras)
  • La adecuación de ese fragmento de metal a un sistema de pesos determinado.

Esta definición de la moneda presenta otras interesantes valoraciones, como:

  1. 1. moneda fiduciaria (se encuentra sobre todo en época medieval y moderna): alteración entre el valor intrínseco y el valor nominal de la moneda. (el intrínseco es el valor que metalográficamente tiene la moneda; el nominal es el valor que se asigna dentro de la política financiera a esa moneda. Teóricamente el valor intrínseco corre en paralelo al nominal (deben coincidir), pero no en la práctica, pues sufren importantes disociaciones, a lo largo de la historia (sobre todo a finales de la Antigüedad y durante la Edad Media).
  2. Esa moneda a la que damos una carga concreta de contenido [moneda]-> pieza metálica. Es decir, el metal del que está hecha (o los metales).

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Para Pepe Molina, "amador de monedas".